miércoles, 25 de febrero de 2015

Transición al nado

Muy buenas. Seguimos nadando, hoy vamos a mencionar una parte del nado crucial sobretodo en el alto rendimiento: la transición de la salida o el viraje al nado.
Como la propia palabra indica la transición es la fase por la que un nadador pasa de hacer los gestos característicos de una salida o un viraje a unos gestos propios del nado en cualquiera de sus estilos.
Importante en todos ellos (incluso espalda) buscar la mayor profundidad posible siempre que esta permita volver a la superficie de forma rápida. El agua es más densa en la superficie y por tanto ofrece mayor resistencia. De esta forma, al entrar en contacto con el agua tras una salida conviene deslizarse unos pocos metros por debajo de ella antes de salir fuera para ganar un poco de velocidad y por tanto tiempo. Lo mismo ocurre tras realizar un viraje independientemente que sea sencillo o de voltereta.
La transición al nado comienza con un deslizamiento con el cuerpo rígido, con los brazos por delante, las palmas de las manos puestas una sobre la otra, y la cabeza entre los brazos, mirando hacia abajo. Las piernas se mantienen extendidas, así como los tobillos (posición hidrodinámica). En crol se pega una patada de delfín al notar pérdida de velocidad y se da una brazada normal con uno de los brazos dejando el otro adelante sin salir aún a la superficie, tras ella se sale pero las primeras brazadas (ya en la superficie) se hacen sin sacar la cabeza para respirar y el batido de piernas pasa a ser el alterno característico de crol. En braza el proceso es sencillo, tras una brazada inicial completa (traccionando con los brazos pegados al cuerpo hasta extenderlos totalmente) se realiza una patada de delfín, luego se llevan los brazos adelante, lo más pegados posible al cuerpo, y se realiza una patada característica de braza para salir a la superficie. En espalda el proceso es similar al de crol, se inicia un deslizamiento en posición hidrodinámica haciendo un batido de delfín al notar pérdida de velocidad para seguir con la tracción de uno de los brazos (manteniendo el otro extendido adelante). Para nadadores inexpertos puede ser complicado lograr alcanzar una profundidad ideal. Finalmente, en el estilo mariposa la transición de hace partiendo también en posición hidrodinámica realizando numerosos batidos. La primera tracción de brazos se comienza aún debajo del agua. Tras romper la superficie se sigue el proceso normal de mariposa evitando respirar en las primeras brazadas.

Me despido dejando un enlace con un vídeo en el que podemos ver bastante bien desde una toma submarina la transición al nado en los estilos mariposa y crol. Saludos.