miércoles, 26 de noviembre de 2014

Saltos horizontales

Hemos visto los saltos verticales (altura y pértiga), ahora llega el turno de los saltos horizontales que son el salto de longitud y el triple salto. 
El término horizontal es relativo, ya que en estos dos saltos también influye de forma importante la altura que se alcance en la fase de vuelo pero si bien en los saltos verticales la clave estaba en ir hacia arriba, en estos consiste en "volar" hacia adelante. 

Empezamos por el salto de longitud, el más natural de todos. Como todos los saltos, se inicia efectuando una carrera previa. En este caso se trata de una carrera de velocidad rectilínea sin ningún tipo de lastre. Dicha carrera se efectúa por un pasillo delimitado que acaba en un foso de arena blanda, que será la superficie sobre la que el atleta debe caer tras efectuar el salto batiendo en un punto lo más cercano a la línea de batida, sin llegar a tocarla, como veremos posteriormente. La carrera de impulso es una carrera mayormente de velocidad, la complexión de los saltadores de longitud suele ser similar a la de los velocistas. Tras efectuar la carrera, el atleta debe batir sobre una superficie llamada tabla de batida, la cual tiene en su parte más próxima al foso de arena, una segunda tablilla en cuyos bordes se pone plastilina. Esto nos sirve para comprobar si el saltador sobrepasa la línea que delimita la validez o nulidad del salto y es el punto desde el que se empieza a medir el salto. Es decir, debe batir antes de la marca de plastilina, lo más cerca posible para no perder centímetros pero sin pisarla. La fase de vuelo es aparentemente pasiva, pero nada más lejos de la realidad, existen hasta tres técnicas: natural, extensión y paso de tijeras.
La técnica natural consiste en poner a la par la pierna de batida con la libre y avanzar "sentado" en el aire. Es la idónea para el aprendizaje por ser la más simple.
La técnica de extensión consiste en, tras abandonar el suelo, llevar las dos piernas flexionadas y los dos brazos extendidos atrás arqueando un poco el tronco para inmediatamente, hacer el efecto contrario. Al comenzar la caída, los brazos van abajo a medida que el tronco se arquea también hacia abajo y las piernas se van extendiendo para realizar la toma de contacto a través de los talones.
Finalmente la técnica de pasos de tijera consiste en "andar" por el aire. Para ello, tras batir, se lleva la pierna libre flexionada hacia adelante para extenderla luego. Los brazos colaboran en coordinación con las piernas rotando hacia adelante. Una vez tomado el contacto con la arena lo ideal es desequilibrar el cuerpo hacia un lado o hacia adelante para evitar caer hacia atrás y perder centímetros de marca, ya que la marca se toma desde la huella más próxima a la tabla de batida.

El otro salto horizontal es el triple salto. Como todos los saltos tiene una fase de carrera, en este caso similar a la del salto de longitud. Otra similitud con el salto de longitud está en que el primero de los tres saltos se efectúa en una tabla de batida también delimitada por plastilina. La diferencia está en que al tener que efectuar hasta tres saltos, la distancia entre la tabla y el foso es mayor.
Una vez llegado a la tabla, el saltador efectúa la batida con una pierna y eleva la otra flexionada, el tronco permanece vertical mientras la pierna de batida que quedaba extendida atrás efectúa una especie de paso (acción circular) para volver a tomar contacto con el suelo, sin apoyar la otra (salto a la pata coja); el segundo salto consiste más que en un salto, en una zancada muy forzada, ya que el tercer salto se hace ya con la otra pierna y consiste en un "salto de longitud" pero efectuado a menor velocidad (se pierde ésta en los dos saltos anteriores) por lo que se utiliza la técnica natural o la técnica de extensión. 
La caída es muy similar a la del salto de longitud, pero hay más posibilidades de desequlibrarse, por lo que los saltadores suelen dejarse ir hacia un lado tras contactar con la arena.

martes, 25 de noviembre de 2014

Saltos verticales

¡Muy buenas! Seguimos avanzando y ha llegado el momento de profundizar un poco más en los distintos tipos de saltos. Vamos a centrarnos en los saltos verticales, es decir: el salto de altura y el salto con pértiga.

Empezamos con el salto de altura. Como hemos visto en otra entrada, todo salto tiene una fase previa que consiste en una carrera de impulso. Cuando hablamos del salto de altura actual (normalmente Fosbury) debemos remarcar la particularidad que tiene la carrera en esta especialidad, su fase en curva, inexistente en ningún otro tipo de salto. La finalidad de esta fase curva, que se produce tras unos pasos de carrera en recta, es someter al cuerpo (ya lanzado) del atleta a la fuerza centrífuga obligándolo a echar el tronco hacia el lado interno de la curva que describe permaneciendo así hasta el momento de batir. En este momento, los brazos van atrás y enérgicamente suben ayudando a enderezar el tronco y a despegar los pies del suelo. El tronco está de lado respecto al listón. La pierna libre se flexiona y va arriba mientras que la de batida permanece extendida o muy ligeramente flexionada hasta que el tronco del saltador rebase el listón. Para que esto último ocurra con éxito, el tronco debe girar en el momento del vuelo hasta ponerse de espaldas al listón dejándose ir hacia atrás una vez rebasado este efectuando un arqueo para ganar eficiencia en el franqueo. Es en este momento cuando se flexiona la pierna de batida hasta quedar como la pierna libre. La última fase del salto es, evidentemente la de caída, que se efectuará sobre una colchoneta especialmente diseñada cayendo de espaldas tomando contacto preferentemente con la altura de los hombros. Un aspecto a destacar de los saltadores de altura es su aspecto longilíneo, es decir, son atletas con las piernas finas y largas, con el centro de gravedad muy elevado. La altura del listón varía a medida que el atleta o atletas van superando la altura actual hasta que falla el mejor de todos ellos en tres intentos seguidos. Aumenta no menos de 2 en 2 cm cada vez.

El otro salto vertical es el salto con pértiga. La fase de carrera tiene un aspecto también peculiar y es que se trata en cierto modo de una carrera lastrada, ya que el saltador debe portar una pértiga que si bien no es muy pesada, su gran tamaño puede producir cimbreos que perjudiquen la realización de esta acción. Para evitar en lo posible estas molestias, el saltador ha de llevarla con los brazos flexionados y apoyada en el lado derecho de la cadera. El brazo derecho va flexionado un poco más atrás del cuerpo, mientras que el izquierdo compensa agarrando justo delante del cuerpo una pértiga que irá ligeramente atravesada de derecha a izquierda por delante del cuerpo. Importante llevar el artefacto sujetado firmemente pero sin demasiada tensión y sobretodo hacer una carrera valiente. La pértiga durante la fase de carrera va orientada arriba hasta llegar a la recta final, cuando se deja descender hasta que la punta roce el suelo para posteriormente encajar en un cajetín que hará que se doble la pértiga convirtiéndola en un "trampolín". Los brazos se extienden y cuando la pértiga hace tope en el cajetín, el saltador bate con el pie y se ayuda de la fuerza que ejerce la pértiga hacia arriba al desdoblarse. En este momento, las piernas van extendidas hacia arriba (el saltador) vuela casi cabeza abajo hasta que llega a la altura del listón, donde deberá girar sobre si mismo y flexionar la cadera haciendo con su cuerpo una especie de "uve invertida" para dejarse caer sobre una colchoneta también específicamente preparada para amortiguar caídas de hasta 5 metros. El valor y la decisión en esta prueba son cruciales ya que si el saltador titubea, posiblemente no logre realizar este espectacular tipo de salto.
Como en la prueba de altura, el listón va aumentando a medida que el atleta o atletas van superando la marca establecida en ese momento hasta que el mejor de todos falla en tres intentos consecutivos. Otro aspecto curioso es que el atleta puede solicitar más o menos profundidad en función de sus cualidades. Esto quiere decir que los saltómetros no están fijos al suelo, pudiendo adelantarlos o retrasarlos respecto al pasillo de carrera.

Esto es todo referente a los saltos verticales, próximamente introduciré una entrada con los saltos horizontales (longitud y triple salto). Saludos.

martes, 18 de noviembre de 2014

Saltos en atletismo.

¡Hola de nuevo!
El curso va avanzando y nosotros con él. Dejada atrás ya la parte de carreras de atletismo, nos adentramos en una nueva parte de este deporte: la parte de saltos.
Dentro de los saltos encontramos dos tipos: saltos verticales y horizontales. Todos ellos tienen aspectos en común y otros más específicos. Veámoslos más detalladamente.

Saltos horizontales.
Son saltos de componente mayormente horizontal, aunque también presentan cierta elevación como es obvio. Los saltos atléticos englobados en este tipo son el Salto de Longitud y el Triple Salto.
El Salto de Longitud es el salto más natural de todos. Consiste en efectuar una fuerte batida en una zona concreta tras realizar una carrera de impulso (debidamente talonada en función del atleta) y saltar hacia adelante intentando llegar lo más lejos posible. Existen diferentes técnicas que veremos posteriormente.
El Triple Salto consiste en una sucesión de hasta tres batidas tras la realización de una carrera previa (como en longitud) pero con una peculiaridad. Los dos primeros apoyos han de hacerse con el mismo pie (un salto a la pata coja) y el tercero y definitivo, con el otro.
Se deben buscar saltos equilibrados, de similar longitud y realizados a gran velocidad, de forma que se pierda la menor velocidad posible en el último. Al igual que en longitud existen diferentes técnicas que determinan la longitud de cada uno de los saltos.

Saltos verticales.
Son saltos de componente mayormente vertical, efectuados también tras una carrera previa y en el caso del salto con pértiga, con la ayuda de ese artefacto. Otro aspecto común es que la fase de vuelo viene precedida de una batida pero ahora el atleta ha de buscar irse hacia arriba, en vez de hacia adelante.
Uno de estos saltos es el salto con pértiga, que se realiza con la ayuda de este objeto con forma de palo hecho de un material flexible pero muy resistente (normalmente de fibra de vidrio). La carrera previa al salto ha de desarrollarse como en cualquier otro salto, a la máxima velocidad controlable pero portando la pértiga, lo cual no es cómodo y su cimbreo puede desestabilizar al atleta. Para evitar estos desequilibrios, el saltador ha de llevarla mirando la punta hacia adelante y arriba de una forma muy concreta y con los brazos rígidos pero sin excesiva tensión. Al acercarse al final del pasillo por donde efectúa la carrera, irá dejando caer la punta de la pértiga hasta dejarla arrastrar por el suelo buscando un zócalo llamado cajetín, donde hará chocar la punta de la pértiga para hacerla doblar y ejercer una fuerza que acompañada de la que ejerce el atleta de por sí al batir con el pie, lo lleve a impulsarse en dirección vertical hasta una altura que puede alcanzar los 5 metros, una altura totalmente imposible de conseguir por el ser humano sin ayuda.
Finalmente, cierro esta entrada con el otro salto vertical, el de altura. Esta modalidad tiene una peculiaridad importante: es el único salto cuya carrera tiene dos fases, lisa y curva.
La primera parte de la carrera es lisa y se trata de una carrera en aceleración. Al llegar a un punto concreto, ya cerca del saltómetro, esta carrera pasa a una fase curva en la que el atleta inclina su tronco hacia el interior de la curva que él mismo describe para al final, cuando se encuentre a un metro aproximadamente de la colchoneta en la que deberá caer, enderece el cuerpo y se impulse (batiendo con la pierna más alejada a la colchoneta) arriba, acompañando el gesto con una elevación enérgica de los brazos.
Como en pértiga, lo que marca los registros de los saltadores es un saltómetro formado por dos barras verticales con una cinta métrica en las que se coloca sobre unos soportes un listón que el atleta deberá no derribar para poder realizar un salto válido.
Evidentemente, los saltos tienen una complejidad técnica mayor de la que se habla en esta entrada y que iremos viendo en entradas próximas con mayor detalle a medida que vayamos sabiendo más sobre ellos.

martes, 4 de noviembre de 2014

ORIENTACIÓN

¡Hola a todos!. Van camino de dos meses de clase y por fin le voy a dedicar unos minutos a la Orientación, el único deporte que hemos visto del que no había hablado. Se trata de un ejercicio que exige mucha concentración física pero sobretodo mental. Excelente para todo amante de la naturaleza ya que se suele desarrollar en contacto directo con ella.

La Orientación consiste básicamente en una carrera cronometrada por un circuito en el que juegan un papel importante distintos elementos de la naturaleza y/u otros creados por el hombre. El corredor cuenta con la ayuda de un mapa especial en el que se le indica el punto de partida, el camino a seguir y los distintos puntos de control que el participante desconoce y por los que tendrá que pasar para validar la prueba. Pero el mapa y los puntos de control (simbolizados por un cuadrado dividido en dos triángulos, uno blanco y otro naranja). Veamos un breve repaso histórico y luego hablaremos de todos y cada uno de los elementos que forman parte de este interesante deporte.

Históricamente, este deporte formaba parte de un ejercicio de entrenamiento militar en la Escandinavia del Siglo XIX. Posteriormente, fue introducido ya como deporte propiamente dicho en Noruega y Suecia. El primer evento a gran escala lo organizó Ernst Killander cerca de Estocolmo ya entrado el Siglo XX y desde entonces es considerado como el "padre" de la Orientación.

Los principales elementos de este deporte son, por un lado: un mapa especial y una brújula; y por el otro los puntos de control de los que hablé en el segundo párrafo.
El mapa que se utiliza para este deporte es específico para él, bastante más preciso que un mapa convencional, y deben aparecer reflejados aparte de la ruta a seguir, distintos elementos simbolizados con iconos o dibujos específicamente reglados por la Federación Internacional de Orientación (IOF en inglés), por lo que todo el mundo puede interpretarlos independientemente de su lengua o nacionalidad. Por ejemplo, si en una ruta existe una fuente, ésta ha de aparecer reflejada en el mapa para que el participante en la carrera pueda comprobar al pasar por la fuente (real), que va por el camino correcto. Por supuesto también han de aparecer los puntos de control y las distintas curvas de nivel que indican la mayor o menor altitud a la que se encuentra el participante en un momento dado. Pero no sólo el mapa guía al corredor, también dispone de una brújula (opcional, pero recomendable) que señala el norte magnético y que suele corresponderse con el norte geográfico.
Es precisamente lo primero que debe hacer el corredor, buscar el norte y orientar el mapa en función de éste. No necesariamente la parte superior del mapa aparece reflejando el norte, de ahí la importancia de llevar una brújula sobretodo en zonas boscosas donde es fácil perderse.

A continuación, ejemplos de mapas de orientación.




En el primero, podemos observar claramente las curvas de nivel, así como la escala y su equidistancia. En el segundo además tenemos una leyenda bastante clara con el significado de los distintos símbolos.
Finalizo la entrada mostrando un ejemplo de una brújula cartográfica, muy usada en este deporte.
Me despido momentáneamente pero pronto volveré a hablar de este curioso deporte y lo haré convencido de saber un poco más de él porque tendré la oportunidad de experimentarlo en primera persona. ¡Saludos!